Las vacaciones de invierno llegan a su fin y crecen las alertas por circulación de virus respiratorios.
El virus de la influenza marca su
peak por estos días y los especialistas no descartan que el retorno al colegio
luego de las vacaciones de invierno genere nuevos brotes en la población
estudiantil. Reforzar los hábitos saludables en nuestras rutinas puede marcar
la diferencia frente a un posible contagio y nos permitirá enfrentar la segunda
mitad del año escolar con mejor salud.
1. Mantén
al día la vacunación.
Las vacunas son fundamentales
para resguardar la salud y el bienestar de toda la familia. Revisa el
calendario oficial de inmunizaciones y procura tenerlo al día en las fechas
establecidas.
2. Refuerza
el lavado de manos frecuente.
Al salir de casa las
posibilidades de entrar en contacto con superficies contaminadas aumentan
sustancialmente, sobre todo en las salas de clases. Está demostrado que el
lavado de manos frecuente previene la propagación de enfermedades y disminuye
el riesgo de contagiarnos.
3. Utiliza
mascarillas.
Frente a la última ola de casos
críticos en niñas y niños registrada antes del comienzo de las vacaciones de
invierno, el Minsal determinó el uso de mascarillas obligatorio para
estudiantes -sobre 5 años-, docentes y funcionarios en todos los establecimientos
educacionales del país. Procura enviar en la mochila una cantidad suficiente
para el recambio.
4. Extrema
los cuidados frente a condiciones de salud crónicas.
El asma, la obstrucción pulmonar,
la diabetes y la hipertensión pueden generar cuadros graves en niños, niñas u
otro integrante de la familia contagiado con el virus de la influenza. Contar
con la vacuna es la principal forma de prevenir complicaciones y, de ser
necesario, considera el uso de mascarillas continuo.
5. Recomiéndale
no compartir alimentos, bebidas o utensilios.
Envía colaciones pequeñas en
envases individuales y hazles saber que cada uno debe comer de su propio
recipiente. Refuerza el uso único de los utensilios personales y el buen manejo
de los desechables.
6. Hidratación
y alimentación saludable.
Mantener una buena salud se
sustenta fundamentalmente en una correcta rutina para elegir, preparar y
consumir los alimentos necesarios que nuestro cuerpo necesita, así como tomar
la cantidad de agua ideal que favorezca el buen funcionamiento de los sistemas
de defensa de nuestro organismo. En temporada de invierno eleva el consumo de frutas,
verduras, huevos y legumbres y evita los alimentos ultra procesados.